Con esa frase terminaba uno de los comerciales más memorables de la
televisión venezolana. A lo mejor ustedes no lo recuerdan, porque son muy
jóvenes, pero a mí no se me borra de la mente. Para recordarlo deben dejar
caer, disimuladamente, la cédula. Era un comercial de televisión de años sesenta.
Era un comercial a blanco y negro como toda la televisión de aquella
época, era animado y muy sencillo, por
eso quizás fue tan efectivo. El comercial contaba la historia de un cavernícola
que buscaba afanosamente un dinosaurio, mientras un locutor en off le explicaba
que los dinosaurios estaban extintos hace millones de años.
El cavernícola entraba en el libraco de las Páginas Amarillas para
salir de allí arrastrando un dinosaurio
y le decía al locutor “Quedaba Unoooooo”.
Sobre las páginas amarillas cayó el meteorito de la Internet que las
extinguió, tengo años que no abro una y no tengo idea si aún se publican.
La política venezolana se parece mucho a las páginas amarillas, se
puede encontrar todo lo que uno quiera si se tiene la paciencia de buscarlo.
Nuestra política cuartelaría dominó todo el siglo XIX para inaugurar el
siglo XX con la dictadura de Juan Vicente Gómez quizá el más feroz de aquellas
bestias paleolíticas.
La Generación del 28 debió esperar que el tiranosaurio muriera para
poder hacer su entrada a la política nacional, lo logró. Por más de setenta
años aquellos jovencitos de 1928 dominaron, de una u otra forma, la escena política venezolana. A veces en el
gobierno, a veces en la oposición, a veces conspirando y otras veces
denunciando conspiraciones.
La política venezolana estuvo signada por más de 70 años por la llamada
generación del 28, quienes fueron vivo ejemplo de animales que luchan contra su
extinción. Las lagartijas del carnaval de 1928 crecieron convirtiéndose en
nuevos dinosaurios. Nada escapaba a fauces. Nuestro siglo XX fue el siglo de
ellos. Y para demostrarlo su último exponente nos regaló un meteorito que se
estrelló sobre la política venezolana.
En diciembre de 1998 aquel meteorito se estrelló con potencia en la
política venezolana y el cataclismo arrasó con aquellos dinosaurios. Las viejas
maquinarias políticas sucumbieron frente a la potencia del paracaidista que
aterrizó en la política venezolana. La era de la generación del 28 parecía que
había llegado a fin.
Muchos tenían la esperanza de que algo nuevo que se estuviera gestando
al interior de nuestra política. Algunos pensaron que al fin le habíamos dado
alcance al futuro y que habíamos llegado arribado a una nueva era.
Claro que no fue así, nuestra política siempre guarda animales peligros
y la nueva fauna no solo no era mejor que la anterior, era aun más paleolítica.
Pero arrasados los partidos tradicionales y la generación del 28 finalmente
extinta. La nueva fauna se dedicó a lo suyo. pensado que los viejos dinosaurios
estaban extintos podrían gobernar por siempre y de la manera más impune.
Pero la política venezolana se parece a las Páginas Amarillas y resultó
que quedaba Uno.
Reescrito, febrero 2016.
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