Crónicas de un exilio voluntario

Crónicas de un exilio voluntario
Aquiles Nazoa

jueves, 28 de julio de 2016

Arturo es el Hombre.





La ley en Venezuela es para los pendejos” 
Arturo Uslar Pietri


Uslar Pietri era,  una especie de ancla que me unía al país. Todos los domingos compraba la prensa para leer sus artículos y de vez en cuando los comentaba con mi amigo Eduardo Alcívar. Sigo comprando El Comercio todos los domingos, pero sin él ya no es lo mismo. Una vez le comenté, a Eduardo Alcívar, que había sido candidato presidencial y que había, lamentablemente perdido. Habiendo arrasado en Caracas había perdido en el resto del país, y con ello las elecciones. A veces me pregunto cómo habría sido Venezuela si en esas elecciones Uslar Pietri hubiera ganado, me consuela pensar que a lo mejor no habría pasado gran cosa y habríamos perdido el mejor programa de la televisión venezolana: Valores Humanos.

Uslar Pietri no necesitó haber sido presidente de la república  para ser una especie de rector silencioso de toda nuestra vida cívica. Las palabras que salen de su boca se convierten, por obra y gracia de su estatura intelectual, en vox populi, vox dei. Recuerdo cuando, con profunda sencillez, proclamó la Orden al Pendejo y eso bastó para que la palabra se limpiara de toda connotación vulgar y pudiera ser usada por cualquiera. Después de haber salido de la boca de Uslar Pietri la palabra cobró nuevo significado, y se convirtió en palabra usada por todos, desde periódicos hasta programas cómicos.

Cuando Eduardo Alcívar me comentó que  "esta muchacha que fue Miss Universo" se había lanzado a la presidencia y me preguntó mi opinión; me quedé sin palabras no sabía que decir, sólo le pude comentar que a lo mejor le pasa como a Uslar Pietri que gana en Caracas pero pierde en el resto del país. La historia me desmintió. Irene, me gusta llamarla así (como si fuéramos panas) perdió en todas partes.

A estas alturas no creo que el problema era si tenía la estatura para el cargo, los ha habido más bajitos. No creo que el problema haya sido que era muy distinto ser Alcalde a ser Presidente, Luis Herrera fue presidente y jamás había sido, ni siquiera, ministro. Su gestión al frente del Municipio fue exitosa, explicaciones hay muchas. Hay quien dice que se  rodeó de gente altamente profesional. Hay quien dice que es fácil ser Alcalde en un Municipio cuyo mayor barrio es El Pedregal, hay quien dice tantas cosas.

Qué pasaría si por una vez  ensayáramos otra cosa, si acabáramos con ese presidencialismo nefasto de elegir presidentes creyéndolos Mesías. Ojalá todo este escándalo de la nueva república  sirva para que entendamos que no es un problema de presidentes, que es un problema de ciudadanos. Que el problema no está en a quién elegimos sino quiénes  elegimos.

¡Ay! Dios mío, perdóname, no sé ni lo que digo, es que es tan fácil andar por la vida hablando pendejadas.

Año, 1999.

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